Los hilos tensores son un procedimiento estético excelente para mejorar la tensión y la flacidez de la piel de forma muy poco invasiva. Con estos hilos se corrige el descolgamiento de la mejilla, la pérdida de definición de la mandíbula y la caída o flacidez del cuello. Mejoran de forma llamativa las arrugas que se forman entre la nariz y la boca (“surcos nasogenianos”) y las arrugas que se forman debajo de las comisuras bucales.
Los hilos están fabricados en un material 100% biocompatible -el mismo que se utiliza en las suturas quirúrgicas-, y son totalmente reabsorbibles.
Los hilos se implantan bajo la piel en alto número (entre 20 -40 según la necesidad y la zona) sin necesidad de incisiones ni de anclaje. Estimulan la producción de colágeno formando una malla de soporte los tejidos, y aportando tracción que disminuye la flacidez con un efecto lifting. Los efectos comienzan a notarse a partir del mes de su colocación llegando a un efecto máximo a los 3-4 meses y hasta 12-18 meses después.
Con este tratamiento, también se puede mejorar la flacidez del cuello, cara interna de brazos, abdomen o cara interna de muslos, aunque estas zonas los resultados suelen ser más moderados.