El acné es una de las razones más comunes por la que los pacientes acuden a la consulta del dermatólogo y la que más preocupación levantan entre adolescentes y adultos jóvenes. Actualmente sabemos que la gravedad y la respuesta al tratamiento dependen de factores distintos tanto internos como externos o exposomas.
Según un nuevo estudio presentado en el 28º Congreso de la Academia Europea de Dermatología y Venereología, el estrés, los malos hábitos alimenticios y las rutinas de cuidado de la piel agresivas se encuentran entre los factores que más afectan al acné. Este estudio permite identificar por primera vez los factores de exposición más importantes relacionados con el acné a partir del interrogatorio del paciente antes de cualquier prescripción de tratamiento.
La contaminación y el estrés entre los primeros
Uno de los datos más significativos que se observó es que las participantes con acné tenían una mayor exposición a la contaminación o al estrés en comparación con los participantes de control. Además, también se identificó que las prácticas agresivas del cuidado de la piel eran más comunes en los pacientes con acné.
1 de cada 10 personas en el mundo padece acné lo que la convierte en la octava enfermedad más prevalente a nivel mundial y afecta también a hasta el 40% de las mujeres adultas.
El acné y su impacto psicológico
Hemos de recordar que el acné tiene un importante impacto negativo tanto a nivel psicológico como en la calidad de vida y autoestima de los pacientes. Esto suma un mayor nivel de ansiedad en estos pacientes ya que a menudo se sienten socialmente aislados y tienen menos posibilidades de ser seleccionados para un empleo. Por eso es tan importante comprender, identificar, identificar y reducir el impacto de la exposición para ofrecer un manejo más adecuado de la enfermedad del acné. De esta manera se podría entender el curso y la gravedad del acné y mejorar la eficacia del tratamiento.
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