El fotoenvejecimiento no es ni más ni menos que la aparición de cambios en la textura de la piel. Nos referimos a arrugas, flacidez, aumento del tamaño del poro, etc. También se observa cambio en el color con la aparición de manchas marrones o lentigos, manchas rojas o telangiectasias y decoloración de la piel. Estos cambios de color son signos precoces del envejecimiento y son peor tolerados estéticamente.
¿Qué soluciones hay para el fotoenvejecimiento?
Tanto para los léntigos (manchas marrones) como para las telangiectasias (rojas) existen tratamientos que van muy bien como luz pulsada, láser de alejandrita, de colorante pulsado, de KTP…
Aunque la luz pulsada era el único sistema lumínico capaz de tratar simultáneamente ambos tipos de manchas, por lo general los lentigos y telangiectasia responden muy bien a los láseres, siempre y cuando sean específicos para cada una. Por ejemplo, para las manchas marrones va muy bien el láser de alejandrita mientras que para las rojas funciona mejor láser de colorante pulsado.
Para tratar la decoloración de la piel existen los retinoides que son unos derivados sintéticos de la vitamina A. Aparte de mejorar la decoloración de la piel, los retinoides también mejoran la degeneración del tejido elástico, y las arrugas finas mediante la producción natural de colágeno y de fibras elásticas.
Las arrugas también se benefician de los láseres y la luz pulsada. Con el tratamiento láser se vaporiza la capa superior de la piel dañada por el sol dejando una superficie suave y lisa con menos arrugas pronunciadas. Gracias a la luz pulsada se consigue una disminución de las líneas y arrugas superficiales, una mejora de las cicatrices, la eliminación de capilares rotos, y la estimulación para que haya un crecimiento rápido de colágeno.
Otro tipo de tratamiento para rejuvenecer la piel es la exfoliación química. Esta consiste principalmente en quitar la capa superior de la piel con una solución a base de ácido. Los peelings se pueden realizar a distintos niveles, superficiales, medios o profundos, dependiendo de los daños en la piel.
La dermoabrasión es válida para el tratamiento de las arrugas, problemas de pigmentación, cicatrices y acné. Consiste en utilizar un cepillo pequeño giratorio de metal de alta velocidad para pulir las capas superiores de la piel y suavizar las irregularidades superficiales.
La toxina botulínica y los materiales de relleno como el colágeno se utilizan para tratar las arrugas y líneas de expresión. La toxina botulínica se inyecta en la piel y trabaja debilitando o paralizando temporalmente los músculos y como consecuencia, alisa las arrugas. Si lo que pretendemos es redondear los contornos y rellenar las arrugas, hendiduras o huecos, existen diversas sustancias que se utilizan actualmente como relleno, incluyendo el colágeno o la propia grasa corporal.
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